Se sabe, ya que está registrado en un antiguo pergamino conservado por el Padre Ochoa, que los primeros pobladores del Barrio de San Juan Evangelista datan alrededor del año 1533 .

Algunos de ellos dicen que la primera Capillita, estaba  al final de la calle Manuel Ocaranza, unos metros adentro del Panteón Municipal, en 1920 un incendio provocado la destruyó, los vecinos del Barrio interesados en rescatar su espacio de fé, colaboraron y se construyó otra en la acera de enfrente,  en lo que ahora es la esquina de Ocaranza y Primo Verdad, en ella se encontraban varias imágenes, entre otras la de San Juan Evangelista, la de la Virgen de la Candelaria y la de la Virgen del Tránsito, ¿dónde están? no se sabe, la única que se tiene loalizada es la imagen original del Santo Patrono de este barrio, San Juan Evangelista, y se encuentra en la Capilla de La Soledad, en la Colonia Elías Pérez Ávalos.

Cuando Uruapan era una sola Parroquia, alrededor del año 1939, el Padre Ochoa fue enviado a esa Capillita que se encontraba en la esquina de Manuel Ocaranza y Primo Verdad, ahí vivió con los jóvenes de su misión en gran pobreza. Con sacrificios y colaboración de todos los fieles del Barrio al poco tiempo se adquirió un área mayor de terreno donde se construyó el nuevo templo, quedando entonces erigida la Capilla de La Sagrada Familia.

                

_________________________________________________________________________________

HISTORIA DE LAS PRINCIPALES FIESTAS EN EL BARRIO.

La Fiesta de San Juan Evangelista.

Según las costumbres, los P'urhepechas nombraban, en una reunión a donde todos asistían, a un "Mayordomo o Carguero" que era el encargado de la Capillita. 

Para la organización de la Fiesta, el Carguero distribuía responsabilidades. Algunos arreglaban el templo y los carros, otros se encargaban de comprar los cohetes, alguien más contrataba las Bandas de Música que venían de los pueblos de la sierra, se repartían también los días y lugares en donde se daría de comer a las personas que asistíeran a la Fiesta, se formaban grupos para ensayar las danzas, etc. Todos en el barrio colaboraban, la fiesta era un compromiso pero también un gusto para toda la comunidad.

Desde 1940 ya no hubo fiesta porque el Padre Ochoa observó que ésta no era ya una fiesta religiosa y de convivencia familiar sino que se había convertido en motivo de  borracheras, faltas de respeto respaldadas tras los disfraces y desorden social, más bien era una fiesta profana y no religiosa en honor al Santo Patrón.  A partir de éste suceso se perdió la identidad del Barrio de San Juan Evangelista.   

De aquella organización del Barrio nada quedó, pocos la conoce. Las tradiciones se olvidaron ya que las generaciones de los que vivieron entonces se disgregaron.


La Fiesta de San Isidro.

Debido a que la mayor parte de la gente eran trabajadores del campo, se encomendaban a éste Santo para tener buenas cosechas.  Para esta fiesta también se nombraba un Carguero, se hacía una fiesta semejante a la del Santo Patrono. Participaba muy activamente toda la gente del Barrio. Traían cargas de maíz, frijol, gallinas, etc. como ofrenda.

Había un equipo de personas nombradas "Regidores" que se encargaban de salir a los ranchos a pedir cooperación para la fiesta. Las mujeres del Barrio se reunían para hacer el pan para la fiesta, especialmente horneado para la ocasión en grandes hornos de barro.

El día de la fiesta se ponía una mesa de 50 mts. de largo aproximadamente, con manteles largos y comida en abundancia. A éste festejo acudía muchísima gente del Barrio y también de los Barrios vecinos.

El menú por persona incluía: una taza de atole negro con un rosquete grande, una pieza de pan blanco, una mano de plátanos, unas cinco o seis corundas o tamales amarillos grandes, un plato de churipo y  un plato de albóndigas. Por supuesto podían llevar a su casa lo que no comieran en la mesa.

 

Las Aguadoras.

El Sábado de Gloria, acudían las mujeres del Barrio de San Juan Evangelista con sus cántaros a la Plaza Central de Uruapan.  A los cántaros les ponían muchas flores, en la copa del cántaro, un animal o un ángel hecho de azúcar y muchos moños de colores.   Así acudían "Las Aguadoras" a la bendición del agua, junto con las mujeres de otros Barrios y ya en la Plaza el cántaro más bonito era premiado por las autoridades del evento.

 

Los Matrimonios.

Las bodas, también aquí eran un evento particular y muy en grande para los habitantes del Barrio de San Juan Evangelista. La fiesta duraba tres días.

Comenzaban por pedir a la novia y si la "daban", acudían los familiares del novio con los agradecimientos para la familia de la novia, llevaban cazuelas de comida, bateas con fruta, flores. Para la presentación de los novios asistía toda la familia de ambas partes. El día de la boda la novia salía de la casa de los padrinos los cuales ofrecían un toro y para "entregarla" al novio la familia de él tenía que torear al toro.

Durante la ceremonia religiosa, se ponía un "petate" donde los novios se hincaban para recibir las bendiciones de sus padres, abuelos y todos los parientes uno a uno, este rito duraba a veces hasta dos horas.  Al terminar se servía una abundante cena para todos los asistentes.

_________________________________________________________________________________

EL BARRIO RENACE HOY EN DÍA.

Con el fin de rescatar lo que es "muy suyo", sus raíces culturales, tradiciones y costumbres, entre otras: las danzas, rituales, su organización,  la artesanía del Maque, etc., se ha formado un Patronato integrado por habitantes del mismo Barrio, que a su vez son descendientes de aquellos primeros pobladores.

Los LOGROS que han tenido son que a partir del año 2007 se tiene ya el reconocimiento oficial del Estado y del Municipio como Barrio de San Juan Evangelista, por lo que recibieron ya la autorización de reubicar al Santo Patrono en su Capilla dentro del Panteón que se estaba ocupando para oficinas del mismo  Quedando así, como antiguamente se acostumbraba, en el atrio de las Capillas el “Campo Santo”.

Se ha celebrado ya por dos años consecutivos la Fiesta Patronal el día 27 de diciembre, con un renovado esfuerzo por celebrarla según la tradición P'urhépecha.

Se rescató ya también la Danza de Los Hortelanos, que es típica del Barrio ya que bailan con un armadillo, animal que habitaba en esta región en aquellos tiempos de su fundación.