_______________Un balcón al Paricutín._______________

Hoy en día Angahuan es visitado principalmente porque ofrece un amplísimo ventanal desde donde se puede contemplar, de un solo golpe de vista, un panorama completo de lo que fue y es el volcán Paricutín. Angahuan es por sí mismo un pueblo pintoresco de la meseta purhépecha, pero los visitantes primeramente se encaminan hacia el Centro Turístico de Angahuan, a orillas de la población, donde se encuentra el Mirador al Paricutín. Se trata de un complejo que ofrece hospedaje familiar en cabañas para 6, 12 y hasta 24 personas. Con un costo promedio de $ 122 .00 por persona y por noche. Incluido en la misma cuota, hay espacio para estacionamiento, zona arbolada para pasear, regaderas, juegos infantiles, cenadores, museo del volcán y, sobre todo, una explanada desde donde se puede observar el cono volcánico del Paricutín, la extensa zona por la que se esparció la lava, hoy convertida en un mar de piedras de la cual emergen los restos del pueblo de San Juan Parangaricutiro desde lejos puede verse la torre del templo rodeada de rocas volcánicas. También se puede visitar sólo el mirador.

CENTRO TURÍSTICO DE ANGAHUAN
Reservaciones al 01 (452) 523 39 34
C.P.J. Jesús Ángeles Martínez
O visita: www.centroturisticodeangahuan.com.mx




Hasta el pueblo sepultado se puede llegar también caminando o a caballo, en excursión que ofrecen los lugareños y que tiene una duración de unos 35 minutos.
Lo peculiar del paisaje volcánico en nada disminuye la generosidad del entorno reluciente de verde. Desde el camino, saliendo de Uruapan y en un recorrido de38 kms. Domina ya el verde amarillento de los aguacates. El verde brillante de los pinos y el verde acero de los cedros. El clima es fresco y seco; más en horas de la noche.

_______________Iglesia de Santo Santiago._______________



Angahuan no es sólo una maravilla natural, también encierra tesoros que ha conservado por siglos, en particular su templo y su cultura.
Pequeño por su tamaño, pero desde hace 50 años elevada al rango de iglesia parroquial, cuenta con 3 accesos mareados de madera y teja recocida, dan acceso a un atrio amplio y dominado por una cruz de piedra. A la entrada del templo, en su fachada, un retablo de cantera, exquisitamente labrada con diferente ornamentación en cada cuerpo del mismo. El estilo es el plateresco, que se caracteriza por ser saturado en su ornamentación. Otro espacio digno de observarse, se encuentra en el techo, sobre el presbiterio. Es este construido en madera, todo en el siglo XVII.
Entrando a la iglesia, a al izquierda, se encuentra un tablero informativo, elaborado por el Colegio de Michoacán que en mucho ayuda a comprender detalles simbólico- religiosos de la obra. Pero aún para el poco entendido resulta evidente la destreza que llegaron a alcanzar los canteros y ebanistas indígenas.
A un costado de la iglesia se encuentra lo que es hoy la casa parroquial y en el pasado fue la Huatapera y hospital, casa de asistencia de los menesterosos, que en sus orígenes estuvo a cargo de la orden franciscana.

_______________La cultura purhepecha._______________

El turista tiene variadas oportunidades de observar la cultura purhépecha, en Angahuan. Un lugar privilegiado con sus celebraciones festivas y por encima de todas, la fiesta patronal en honor  de Santo Santiago (julio 25). Generalmente consta de exposición artesanal, danza de los moros, concurso de bandas musicales, jaripeo y exhibición de caballos bailadores. Abunda la comida típica como corundas, churipo, morisqueta. También gozan de especial realce la celebración de la Semana Santa, así como la conmemoración de los difuntos (2 de noviembre).



Hoy se dice que Angahuan “es un pueblo que parece  haberse quedado estacionado en el tiempo”. Cierto es que las tradiciones no se han roto, con gran adhesión se conservan por las nuevas generaciones, pero también es evidente que, aunque lentamente, su cultura es viva y se renueva. Fácilmente se observa fenómenos culturales como la emigración hacia los Estados Unidos, el bilingüismo que están ya presentes en lo cotidiano. En el vestido, la manta ha dejado su lugar a la mezclilla y nuevas telas, en las chicas la moda del pantalón va siendo aceptada sin reserva, en sustitución del rollo y blusa.

Lo más fácil de observar, la vivienda.  Ya es dominante el uso del barro recocido y eventualmente de la piedra volcánica, que van desplazando el uso de la madera. En Angahuan todavía podrá encontrar varios ejemplares del tradicional troje de los purhépecha, vivienda de un solo cuarto construido con gruesos tablones ensamblados y asentados sobre 4 pilotes de piedra, con el frío alejado de la humedad de la tierra. Hoy la vivienda purhépecha tiende a se más amplia y funcional.

Es mucho lo que puede encontrar en Angahuan. El pasado tradicional, junto con el lento devenir, indicios de la historia en el mismo marco exuberante la prodiga naturaleza.